14/4/07

AsTeRoiDe AbSoLuTiSTa


- ¡Caramba, un súbdito! -dijo el rey al ver al principito

Y el principito se preguntó:

- ¿Cómo es posible que me reconozca si jamás me había visto hasta ahora?

No sabía el principito que para los reyes el mundo es muy simple, ya que todos los hombres son sus súbditos.

- Acércate para que te vea mejor -le dijo el rey, quien se sentía muy orgulloso de ser rey de alguien.

El principito buscó dónde sentarse, pero como el planeta estaba todo cubierto por el manto de armiño, permaneció de pie, y como estaba fatigado, bostezó.

- Es contrario al protocolo bostezar en presencia de un rey -le dijo el monarca-. Así que te lo prohíbo.

- No puedo evitarlo -dijo todo confuso el principito- pues he hecho un largo viaje y no he dormido...

- Bueno, entonces te ordeno bostezar -le dijo el rey-; hace años que no veo bostezar a nadie. Así que los bostezos son para mí toda una curiosidad. ¡anda, bosteza una vez más! Es una orden.

- Eso me intimida, no puedo obedecerle -le dijo el principito ruborizado.

- ¡Hum! ¡Hum! -respondió el rey-. Bueno... entonces yo... yo te ordeno unas veces bostezar y otras...

El rey tartamudeó un poco, molesto. Quizá porque consideraba de suprema importancia que su autoridad fuera respetada y no toleraba la desobediencia. Era un monarca absolutista. Pero como era muy bueno, sólo ordenaba cosas razonables.

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