24/3/07

InGeNio y LoCuRa

En la época de Cervantes las palabras tenían una serie de matices que han variado con el tiempo. La palabra ingenio y su derivado ingenioso tenían un significado diferente al actual, pues refería a lo que más bien ahora denominamos un genio, una persona genial; en cambio, ahora se considera lo ingenioso como lo ocurrente, chistoso. Así mismo, la filosofía intenta ilustrar el significado de la palabra cordura por medio de la metáfora luz. De este modo, la locura, pasa a ser la ceguera del ingenio.

Salvador Dalí

Encontramos que para Cervantes la locura de su personaje no viene en realidad provocada por un suceso externo, en este caso la lectura trasnochada de libros de caballerías, como la gran mayoría tiende a entender; sino por causa de un suceso interno, de una enfermedad. El padre de Cervantes era cirujano y él mismo conocía lo que se identificó como «teoría de los humores» en la fisiología clásica y durante la Edad Media. Esta teoría es del médico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina y comienza a circular con profusión a partir del 1600 reflejada en un pequeño tratado de la obra Examen de ingenios para las ciencias de Juan Huarte de San Juan. Se desarrollaba en ella la concepción de las formas a través de las cuales los cuatro contrarios que conforman el mundo —caliente, seco, frío y húmedo— se combinan en el cuerpo del hombre para producir los humores: caliente y húmedo forman sangre; caliente y seco, bilis; frío y húmedo, flema; frío y seco, melancolía. Cada humor poseía una cualidad y determinaba el carácter de la persona. El desequilibrio o descompensación en el cuerpo de cualquiera de estos líquidos o humores daba lugar a enfermedades.

Don Quijote se aficionará con obstinación a leer libros de caballerías y «del poco dormir y el mucho leer se le resecó el celebro»; ya en el Examen de ingenios se había apuntado que «la vigilia de todo el día deseca y endurece el cerebro, y el sueño lo humedece y fortifica». La ausencia de humedad produce entonces una inestabilidad de los humores que desemboca en el trastorno mental de Don Quijote. Las alusiones a los largos períodos de sueño a los que se entrega Don Quijote cuando regresa a su aldea indican la búsqueda de una pausa para lograr el aumento de humedad en el cerebro, y la parcial recuperación del juicio. No obstante, en el Quijote predomina la exaltación de la locura como una fuente de poderosa vitalidad, al fin y al cabo en el siglo XVII, al igual que hoy, «los tenidos por locos son cuerdos y los locos son dignos de alabanza».

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